miércoles, 25 de septiembre de 2013

"Luchar por la vida, con alegría y dignidad" Entrevista con la Comandante de las FARC-EP, Laura Villa. Dax Toscano, 25 de septiembre de 2013



Hay acontecimientos en la vida de las personas que marcan profundamente a quien los vive. Esas vivencias son más importantes cuando, además, se las tiene junto a seres queridos y a personas que son excepcionales por su calidad humana, su modestia y, sobre todo, porque a través de su praxis, luchan por la consecución de un mundo más justo y más humano.

En La Habana conocí a una de esas personas, de las imprescindibles. Laura Villa, Comandante de las FARC-EP, ese ejército revolucionario de campesinos, obreros, estudiantes y pensadores al servicio de las causas del pueblo.

Con treinta años de edad, Laura combate ahora en La Habana, en otro escenario de lucha, por alcanzar la paz con justicia social para Colombia.

Comandante Laura Villa ¿cuáles son sus orígenes?

Primero que todo, los saludo con un abrazo fraterno y bolivariano, a nombre de nuestra organización revolucionaria las FARC-EP, de su delegación de paz, y especialmente de todas y todos los guerrilleros que se encuentran en las montañas de Colombia resistiendo y combatiendo por la Nueva Colombia. 

Para hablarte de mis orígenes me traslado a Colombia, a un departamento de la región Andina: Boyacá. Nací en Tunja, su capital.

Mi familia es de clase media, soy la cuarta  de cuatro hijos. Mis padres, los típicos boyacos, consideran que la única herencia que se les deja a los hijos es el estudio, razón por la cual todos cursamos carreras universitarias.

Mis progenitores siempre fueron trabajadores oficiales del Estado. Mi madre como secretaria y mi padre como auditor.

Cursé mis estudios de primaria y secundaria en un colegio público, el Colegio de Boyacá, muy famoso en su época por la calidad de la educación. Ahora con la privatización y las reformas educativas, las cosas han cambiado bastante. Luego cursé mis estudios universitarios en la carrera de  medicina en la Universidad Nacional.

Comandante ¿cómo se vincula a la lucha revolucionaria y en qué circunstancias se une a la insurgencia fariana?

La verdad no me di cuenta en que momento, exactamente, vinculé mi vida al trabajo revolucionario. Me acuerdo que desde la secundaria mostraba bastante interés por  aportar en buscar salidas a medidas arbitrarias del gobierno frente a las reformas educativas, y la privatización de los servicios públicos en la ciudad. Me llamaba mucho la atención escuchar los discursos de los dirigentes estudiantiles y me motivaba bastante acompañar a la gente de los barrios populares en los paros que hubo hacia 1996 contra la privatización de los servicios públicos. Luego ingrese a la Universidad Nacional, que constituye un centro académico donde, aparte de la formación profesional, hay la oportunidad del debate de ideas, sobre temas políticos, económicos e ideológicos importantes para el país. En mi caso, aprendí a ver de una forma bastante crítica como el Estado estaba convirtiendo en negocio a la salud y la educación.

¿Qué significado tiene para usted tener el grado de Comandante guerrillera? ¿Cómo asumen los combatientes farianos que una mujer ostente el mando, sabiendo que se proviene de una sociedad machista?
 
El grado de Comandante en la guerrilla, tanto para hombres como para mujeres, significa ante todo una responsabilidad que va mucho más allá de insignias o charreteras.

Ser comandante significa preparación para adquirir mayor claridad política, ser ejemplar ante los demás guerrilleros en el trabajo y en todas las actividades. Ser comandante es asumir la tarea de aportar con mayor entrega y arrojo para la transformación social.

En el espíritu y letra del estatuto de las FARC-EP, las mujeres y los hombres gozamos de los mismos derechos y tenemos los mismos deberes.  Y que este rol lo asuma una mujer es algo importante, porque se trata de una sociedad colmada de discriminación y machismo. De todas maneras, estos fenómenos sólo se resolverán cuando se superen obstáculos como la propiedad privada y los conceptos atrasados sobre la familia y las políticas del Estado que solo encuentran en la mujer materia prima  para la producción y la reproducción.

Comandante Laura ¿qué significa para usted el ejercicio de la política? ¿Cómo conciben el ejercicio de la política las FARC-EP?

El ejercicio de la política es la esencia de nuestra organización. Somos, ante todo, un partido que por las circunstancias de represión, militarismo y terrorismo de Estado nos vimos obligados a asumir la lucha armada para defender la vida y nuestro planteamiento político por una nueva sociedad.

Nuestro anhelo siempre ha sido buscar la salida al conflicto por medio de una solución dialogada. La historia demuestra los múltiples intentos por buscar la paz con justicia social, ante lo cual el  Estado siempre ha cerrado las puertas con más represión como en el caso del bombardeo a Casa Verde, el exterminio de la Unión Patriótica, el Plan Colombia, etc.  

Como bien sabemos la política está condicionada por la base económica y para que se den los cambios  hacia una sociedad realmente democrática, son necesarios cambios profundos en la estructura económica, ideológica, y política del Estado. 

En las FARC  empleamos la táctica de la combinación de todas las formas de lucha de acuerdo al momento político y al desarrollo de las contradicciones en los distintos niveles.

¿Cómo se lleva adelante la formación revolucionaria en las FARC-EP?

En las FARC-EP la formación revolucionaria se lleva a cabo ligando la teoría con la práctica. Cada escuadra guerrillera es a la vez célula política  y sus integrantes  son militantes del Partido Comunista Clandestino. Este juega un papel fundamental en la formación política e ideológica de los guerrilleros, cuya base filosófica es el marxismo-leninismo. Esto se lleva a la práctica en las distintas actividades de la vida revolucionaria: desde el combate, hasta la más simple de las tareas de la vida diaria.

Somos ante todo seres humanos, pero nuestra formación revolucionaria va impresa en todo lo que hacemos.

Como diría el Che: todo el tiempo vamos en la búsqueda del hombre y la mujer nueva.

Se cumplieron 3 años del asesinato del Comandante Jorge Briceño. ¿Qué puede decirnos sobre él?

El Comandante Jorge Briceño, vive en la mente y en los corazones de todos los farianos. Un hombre ejemplar, valeroso, de carácter, a quien no le temblaba la voz para decir verdades. Con una humanidad excepcional, sabía conocer muy bien a las personas. El “Mono”, como cariñosamente le decíamos, cumplía a la perfección el papel de padre, amigo, maestro y Comandante. Vivía pendiente hasta del más mínimo detalle. Autodidacta, para quien no existían imposibles. Siempre nos inculcó la importancia de ser guerrilleros como el escalón más alto  de la especie humana, ya que nos despojamos de todo para luchar por la vida con alegría y dignidad.

¿Cómo ve usted el desarrollo de los diálogos de paz en La Habana? ¿Qué falta para concretar la paz y que ésta no sea solamente una paz de los cementerios?

La paz que busca el pueblo colombiano es la paz con justicia social. Llevamos un conflicto armado, sangriento y degradado por el accionar criminal del Estado colombiano que lleva más de medio siglo.

Para darle solución, es necesario que se solucionen las causas que lo generaron: la violencia estatal, el terrorismo de Estado, el despojo de tierras, la pobreza, la desigualdad, la injusticia. La paz requiere de la voluntad y del reconocimiento de ambas partes de la Mesa. Que los acuerdos sean producto del intercambio de las partes, con la participación del constituyente primario que es el pueblo colombiano, quien es el arquitecto principal de la paz.

Paz significa cambios profundos en la estructura del Estado, en favor de las mayorías, con soberanía y una verdadera democracia.

En caso de concretarse un acuerdo ¿cuál va a ser el papel de las FARC-EP en un escenario distinto al de la confrontación bélica?

Se trata de continuar la lucha por nuestros objetivos políticos y estratégicos sin tener que hacer uso de las armas, pero para esto es necesaria una reforma al Estado que nos garantice la vida como principal derecho.

En lo personal podría contarnos ¿cuáles son los referentes suyos, quiénes le inspiran en esta lucha y por qué?

La verdad, en el trascurso de la vida conocemos personas que nos marcan profundamente con su ejemplo y enseñanzas, como el camarada Manuel y el camarada Jorge Briceño. El Mono  constituyó un gran referente, ya que gracias a él aprendí a ser guerrillera, a amar la revolución y dar lo mejor de mí en favor de las mayorías.

Finalmente Comandante, podría enviar un mensaje a los pueblos del mundo, sobre todo a la juventud

A la juventud va nuestro abrazo revolucionario, fraterno, latinoamericanista e internacionalista. La juventud es la semilla que germinará en los cambios sociales que necesita la humanidad, su rebeldía e irreverencia son el motor que dinamiza y acelera la revolución en marcha. Invito a la juventud a romper los muros que la sociedad capitalista y de consumo construye a través de sus instituciones mediáticas, educativas y religiosas, que no nos dejan ver más allá, y nos imponen el miedo a pensar diferente. Con el espíritu de la juventud vamos a dejar de contemplar al mundo para transformarlo.

No quiero terminar esta entrevista sin saludar al pueblo ecuatoriano que protagoniza cambios profundos bajo la dirección del presidente Rafael Correa, convirtiéndose en un ejemplo de lucha antiimperialista.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Jorge Briceño vive en nuestros corazones, por Jesús Santrich


 (Enero 2 de 1951- Septiembre 22 de 2010)

Nunca un pueblo tuvo un salvador diferente a sí mismo; es decir, al universo colectivo de sus mejores hijos”, discurso en homenaje al Mono Jojoy.


En homenaje a un guerrillero valeroso que admiraba profundamente al Che, van primero que todo estas palabras con las que se identificaba absolutamente:

“...Teniendo en cuenta que ha de ser mi monumento
Diseñen un lugar para el combate por la causa del pueblo
Una trinchera, más bien un campamento,
Un sitio de batalla donde no habrá reposo ni en paz descanse para el guerrillero.
Advierto, desde ahora, que he de tener a mi mano un fusil
y que he de estar despierto para espantar plegarias, lágrimas y ruegos,
Promesas, amuletos, milagros y oraciones,
Porque no soy un santo ni estoy muerto”.

Ahora, volviendo a Colombia, El Tiempo.com recordó hoy el tercer aniversario de la muerte del comandante Jorge Briceño publicando un pasquín  de una mujer llamada Juanita Vélez Falla. No sabemos quién es, pero lo esencial aquí es el papel de este periódico reaccionario; JV Falla es solamente un instrumento utilizado para hacer labores sucias como podría ser la de untar de estiércol la imagen heroica y abnegada de un revolucionario.

La escena del entierro, que se describe tratando de dibujar un ambiente sórdido, parece pasar por alto que de quien se está hablando es de un ser humano querido por muchos, que merece respeto como cualquier otro en el mundo. Pero no, no es inadvertencia, es perfidia lo que hay de principio a fin en el texto publicado.

En la diatriba de El Tiempo, desde la alusión al whisky, a los caballos de paso fino, la afición a las camionetas 4x4, la ropa que no pudieron ponerle, las amenazas al abogado..., hasta la construcción de hipótesis y dudas sobre si es o no es, o si está o no está donde dicen que está,  se advierte la manipulación mañosa y perversa de cada palabra, tendiente a indicar que Jorge era no un ser que entregó su vida con sacrificios, abnegación y valentía a la lucha por los pobres de Colombia, sino una especie de buena vida odiado por todos, dedicado a la juerga y al boato, cuya historia no posee ningún atributo de veneración, porque pertenece al “museo del horror”.

Ciertamente millares y millares de personas que hoy quisiéramos rendirle homenaje visitando su tumba, llevándole flores y salvas de fusiles, no podemos hacerlo como lo podría hacer frente a otra tumba cualquiera, “un domingo cualquiera”, una persona cualquiera, sencillamente porque existe un Estado terrorista que persigue y asesina a sus opositores políticos. Nadie en Colombia podría decir públicamente que comparte o simpatiza con las ideas o el ejemplo de un insurgente como el Mono Jojoy, un inolvidable héroe popular, que enfrentó hasta su muerte las infamias y los oprobios de las castas que nos gobiernan. Correría el riesgo de ser acribillado.

Así son las cosas, sabemos bien del carácter ruin de nuestros enemigos, y de sus adláteres. Por eso, no nos quejamos, no queremos compasión ni deseamos la clemencia de victimarios sanguinarios, crueles, perversos, que ahora desde el Estado pretenden erigirse en juez y parte del conflicto, exigiéndonos que imploremos perdón por habernos alzado en armas contra la injusticia. No.

No queremos conmiseración ni palabras suaves de quienes sabemos bien que nos odian porque odian nuestra causa de acabar con los privilegios de las oligarquías para favorecer a los desarraigados y oprimidos, como era el sueño del Comandante Jorge Briceño.

Nos basta y nos sobra el amor de aquellos que son ignorados por quienes escriben tarifados para los pasquines de los de arriba.

Nos basta y nos sobra  el amor clandestino que abraza nuestra causa y a nuestros muertos desde cada rincón de la patria encendida por la inconformidad que despierta el régimen terror que nos gobierna.

Ya lo hemos dicho, “en el tumulto del amor encuentran el retorno nuestros muertos: un sepulcro de luna, un sarcófago de estrellas, un ara de ternura en el panteón del corazón y en la montaña, se eleva para cada combatiente que parte tras la luz de la utopía.

En lo extenso de los cielos, en la dimensión del día, en el socavó de la noche y en las cavernas de las sombras, aún ante las garras de la muerte, ante la evidencia del estruendo aleve, innúmeros serán los días de la evocación para los nuestros, en su larga marcha admirable hacia los intersticios del origen, hacia el regazo de la memoria, hacia las radículas del agua…; para elevarse cónsonos en las espigas del viento, o estirarse en la historia, aferrados a los largos dedos del destino con un haz de tempestades en el alma y un escudo de luna y hojalatas de niebla, y más coros de balas, de pájaros y bestias…; más coros de lianas, de robles y de insectos, agitando las brasas encendidas del rojo deseo de la leyenda guerrillera”.

No necesitamos un “descansa  en paz”, ni lo queremos, porque hasta después de la vida, el verdadero revolucionario, con su ejemplo y su memoria, continúa combatiendo.

Comandante Jorge Briceño, hasta la victoria siempre.
¡Hemos jurado vencer y venceremos!

 






miércoles, 18 de septiembre de 2013

martes, 17 de septiembre de 2013

LIBER-ARTE: FARC-EP


Propuestas mínimas para la participación política: FARC-EP


domingo, 15 de septiembre de 2013

Lazos de hermandad por la libertad de los 5


Por la libertad de los 5 luchadores antiterroristas cubanos. Nuestra solidaridad eterna: Dax y Fidel Toscano

viernes, 13 de septiembre de 2013