domingo, 12 de agosto de 2012

“APORTE DE FIDEL CASTRO A LA SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA DE NUESTRA AMÉRICA”, por Dax Toscano




“APORTE DE FIDEL CASTRO A LA SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA DE NUESTRA AMÉRICA”

Por Dax Toscano

(Este trabajo fue publicado con motivo del 80 aniversario del Comandante Fidel Castro)

1.      Martí, autor intelectual de la revolución Cubana:

“Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos”. Fidel

A finales del siglo XIX los EEUU se inmiscuyeron directamente en los asuntos internos de Cuba, país al que convertiría en su neocolonia. En el año 1901 los yanquis impusieron la enmienda Platt a la naciente constitución cubana, la cual establecía la potestad del imperio de intervenir militar y políticamente en los asuntos internos de la Isla, a la vez que se apoderaban de un  pedazo de territorio en la bahía de Guantánamo.
Los mandatarios cubanos, desde Estrada Palma hasta el dictador Fulgencio Batista, se caracterizaron por su entreguismo y sometimiento al imperialismo yanqui, por ser corruptos, ineptos y represivos.
La situación en la Isla era calamitosa. De los 6 millones de cubanos 1 millón eran analfabetos y 1 millón semianalfabetos, las tasas de desempleo eran elevadas, al igual que las de la mortalidad infantil. Las y los niños sufrían de enfermedades como difteria, poliomielitis, sarampión, tétanos, tuberculosis. Mientras tanto, la economía cubana estaba bajo el control de las empresas y bancos estadounidenses como la United Fruit Company o el City Bank.
El pueblo cubano, digno heredero del pensamiento y obra del Apóstol de la Independencia, José Martí, luchó con valentía contra sus opresores. El año en que se cumplía el centenario del natalicio de Martí, un grupo de jóvenes, dirigidos por Fidel Castro Ruz, llevó a cabo una acción político-militar contra la dictadura de Batista, hecho que, lamentablemente, no finalizó con éxito. A algunos de los revolucionarios que fueron capturados, los esbirros de la dictadura, los sometieron a torturas, para luego asesinarlos cobardemente. Fue el joven Fidel Castro quien desenmascaró y denunció a la tiranía en su alegato de defensa, en el juicio seguido contra quienes participaron en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Fue esa fecha histórica, el 26 de julio de 1953, que Fidel y Raúl Castro, Abel y Haydée Santamaría, Melba Hernández, Jesús Montané, Juan Almeida y otros jóvenes de la “Generación del Centenario”, dieron inicio a la lucha decisiva para alcanzar la segunda y definitiva independencia del pueblo cubano, hecho que se materializaría el 1 de enero de 1959, convirtiéndose este esplendoroso acontecimiento en un ejemplo luminoso para todos los pueblos oprimidos de América Latina y el mundo entero.

2.      Cuba: territorio libre de América

“Este pueblo puede ser exterminado (…) barrido de la faz de la Tierra, pero no sojuzgado ni sometido de nuevo a la condición humillante de neocolonia de Estados Unidos.” Fidel

Luego de haber salido de la prisión en el año 1955 y marchado al exilio a México, Fidel se dedicó por entero a la organización del movimiento revolucionario cubano con el propósito de continuar la lucha contra la dictadura.
En México,  el joven argentino, Ernesto Guevara se integra al Movimiento 26 de Julio. El CHE, como más adelante se lo conocería, fue un revolucionario ejemplar por su entereza ética y moral.  El “Guerrillero Heroico” luchó hasta su muerte en defensa de la Revolución cubana y de su líder, el Comandante Fidel Castro.
El 2 de diciembre de 1956, los 82 expedicionarios del Granma desembarcaron en Playa de las Coloradas, antigua provincia Oriental de Cuba. Sorprendidos por la aviación y el ejército batistiano, los revolucionarios sufren un duro revés, lo que provocó la muerte de muchos de ellos. Pese a ésta difícil circunstancia, Fidel manifestó su confianza en la victoria, convencido de que los trabajadores, campesinos y estudiantes cubanos no declinarían en su combate contra el régimen despótico. El día de la victoria contra la dictadura llegaría el 1 de enero del 1959.
La tarea para la triunfante revolución fue titánica. Había que tomar una serie de medidas para acabar con las lacras originadas por el sistema capitalista en la isla durante varias décadas, las mismas que provocaron la ira de la burguesía cubana, de los terratenientes, de los mafiosos y, sobretodo, del imperialismo que ejecutó una serie de acciones brutales contra la “Perla del Caribe”.
La situación era compleja, pero Fidel, junto al pueblo con el que siempre se ha identificado, expresó su decisión inquebrantable de luchar hasta vencer o morir por su Patria. El 16 de abril de 1961, frente a la agresión mercenaria llevada a cabo por la CIA, Fidel declaró el carácter socialista de la Revolución.
Una vez más Fidel mostraría su calidad de estadista en el año 1962, cuando se produjo la crisis de los mísiles, hecho que puso al mundo al borde de una guerra nuclear. Frente a las amenazas de los EEUU de invadir y bloquear militarmente Cuba, el gobierno revolucionario planteó los cinco puntos de la dignidad con los que se demandaba con firmeza al imperialismo el cese del bloqueo económico, de las agresiones militares y el respeto a la soberanía territorial de Cuba.
En el año 1965 se crea el Partido Comunista de Cuba, vanguardia política y moral de la Revolución. Fidel, discípulo de las ideas de Martí, Marx, Engels y Lenin, expresó que solamente con la unidad se podría avanzar en la construcción del socialismo. Ésta es otra lección valiosa que ha legado Fidel al movimiento revolucionario mundial.

3.      Una Revolución internacionalista:

“Martí dijo: “Patria es humanidad”, una de las más extraordinarias frases que pronunció. Nosotros tenemos que pensar así, ¡patria es humanidad!” Fidel

Consecuente con el pensamiento de Martí que expresó que “Patria es Humanidad”, Fidel ha apoyado con decisión a los pueblos que se han levantado contra el colonialismo, el neocolonialismo, el imperialismo, la explotación, la desigualdad y la injusticia social.
Internacionalistas cubanos respaldaron a los patriotas argelinos que lucharon contra el colonialismo francés; en el Congo dieron todo su apoyo a Patricio Lumumba que enfrentó las agresiones de las potencias occidentales; en Angola combatieron contra el colonialismo y contra el régimen racista sudafricano del apartheid; en Vietnam estuvieron al lado de ese glorioso pueblo, peleando contra la agresión salvaje del imperialismo estadounidense; en Bolivia, el Che, junto a combatientes cubanos y bolivianos, luchó por la construcción de una sociedad más justa y más humana. En todos estos combates, Fidel estuvo siempre presente.
Actualmente, miles de médicos cubanos se hallan en diversos rincones del mundo prestando su colaboración. Asimismo, profesores de la isla se encuentran en diversos países librando una ardua batalla contra el analfabetismo. Naciones como Haití, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Pakistán han contado con la ayuda de estos “valientes soldados de nobles ideas”, como los calificara Fidel.
Mientras el imperialismo yanqui, principalmente bajo la administración de W. Bush, se dedica a la fabricación de armas, a la destrucción de vidas humanas, al exterminio de pueblos y culturas milenarias, como sucede hoy en Afganistán e Irak, Cuba lucha por la vida y la defensa de todos los derechos humanos para todas y todos.

4.      Una batalla luminosa: la de las ideas

“Frente a las armas sofisticadas y destructoras con que quieren amedrentarnos y someternos a un orden económico y social mundial injusto, irracional e insostenible: ¡sembrar ideas! ¡sembrar ideas! ¡y sembrar ideas!; ¡sembrar conciencia! ¡sembrar conciencia! ¡y sembrar conciencia!” Fidel 

Cuando en el año 1989 cae el muro de Berlín y un año más tarde se produce la implosión de la Unión Soviética, el imperialismo norteamericano y las mafias de la gusanera de Miami pronosticaron el fin de la Revolución cubana.
Cuba sufrió un duro revés económico, situación que se agudizó con el endurecimiento del bloqueo. Las medidas diseñadas en EEUU apuntaban a asfixiar económicamente a la población cubana, para así someterla por hambre. Las consecuencias se hicieron visibles en otros campos. Aparecieron ciertas desigualdades sociales, la prostitución se hizo evidente, los delitos aumentaron, el pesimismo y el desaliento invadieron a algunos sectores de la población, etc.
Una vez más Fidel enfrentó los problemas con valentía, tenacidad e inteligencia, acudiendo siempre al pueblo para explicar con paciencia las dificultades, para escuchar los argumentos de la gente y buscar las soluciones.
La Revolución no podía ser derrotada y sus conquistas tenían que ser preservadas. Fidel puso énfasis en la defensa de la educación, la salud y la seguridad social. Su profunda convicción humanista, su condición de militante comunista, han hecho de Fidel un hombre con un alto sentido del respeto por la clase trabajadora, por los campesinos, por los estudiantes y jubilados.
La mayor expresión de solidaridad de la Revolución y de Fidel en esta dura época, fue el rescate del niño Elían González de las garras de los mafiosos de Miami que lo tenían secuestrado. Nada pudo más que el amor, que el cariño de un pueblo por uno de sus hijos.
En estos años difíciles Fidel, con su ejemplo, ha enseñado al pueblo la fortaleza que obtiene el movimiento revolucionario con la crítica y la autocrítica permanente. En el discurso pronunciado en la Universidad de la Habana el 17 de noviembre de 2005, el Comandante denunció las conductas  y tendencias negativas que se están dando dentro de Cuba como la corrupción, el robo, el burocratismo. Solo un líder honesto habla con la verdad a su pueblo, seguro de que en el seno del mismo sabrán salir las soluciones para fortalecer la Revolución.
Como dijera Antonio Guerrero Rodríguez: “La Revolución, sabemos los que la defendemos, será eterna porque no hay nada que pueda vencer a todo un pueblo unido por las ideas martianas, por las ideas marxistas leninistas, por las ideas y la guía de nuestro ejemplar e invicto Comandante en Jefe, Fidel.”
El amor por la libertad, la justicia, la vida, las ideas es, quizás, el mayor aporte de Fidel para alcanzar la segunda y definitiva independencia de Nuestra América.